domingo, 9 de enero de 2011

Prohibir para creer


Uno de los comentarios que más he escuchado en relación a la nueva Ley Antitabaco es que si estamos en una dictadura (o que si antes iban a por los judíos y ahora...). Como si la palabra que mejor representara a una dictadura fuera "prohibición". "Prohibición" no se puede asociar al concepto de dictadura; en todo caso la palabra correcta será "censura". En una dictadura, Uds. no podrían expresar su rechazo a esta ley.

Por suerte, en nuestra sociedad democrática y civilizada tenemos multitud de prohibiciones que nos hacen la vida más cómoda. Está prohibido matar al prójimo, censurar, injuriar, robar, molestar en general, en la calle y en un bar.

Estoy a favor de la Ley Antitabaco porque, aunque en este país y en el mundo en general lo ideal sería no tener que prohibir nada, nuestro sentido común no es suficiente. Creo que la humanidad ha progresado conforme ciertas prohibiciones se iban implantando; a todas ellas siempre hubo opositores e insurrectos.

Hasta que aparecieron ciertas prohibiciones, a nadie le chirriaba el sentido común al fumar en un transporte público, en un cine o en un aula. En otros ámbitos: antes se veía normal pegar a las mujeres o no pagar a los negros por trabajar de sol a sol.

Que cada propietario de bar decida lo que se puede hacer en su establecimiento, si fumar, o no. Bueno, que lo decida también entonces cada compañía de autobuses, cada dueño de un cine, cada rector de una universidad. Que cada uno en su casa haga lo que quiera. ¡Ole!

Que haya espacios reservados para fumadores; es más, algunos locales realizaron una inversión para cumplir con la anterior ley. Aquí, en cambio, estoy muy de acuerdo. He de decir que es el único argumento al que le veo sentido. Como si quieren hacer salas de cine para fumadores, cabinas herméticas en los autobuses o ahumaderos segregados en las aulas.

Que la gente fuera a usar estos dispositivos, hoy en día, es cuestionable. Quizás la vocecilla interior diría "pero qué haces ¿estás loco?". Pero bueno, muy libre cada cual de alquitranarse sus pulmones.

Entrañable insurrecto que pagará una multaza para regocijo de las arcas públicas
y de los que disfrutan como yo viendo estrellado el orgullo de los imbéciles.




Por cierto, me gusta mucho: Siete falacias contra la ley del tabaco, de Ignacio escolar.

5 comentarios:

  1. a mí me sabe mal por todos esos dueños de bar que invirtieron para acondicionar su local a zona de humos. Pero también digo una cosa, en realidad de poco sirvió, porque en los bares con zona de no fumadores, el humo siempre acababa llegando porque las medidas no eran suficientes.

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  2. Estoy de acuerdo, no veo por qué no se permiten estas zonas siempre que cumplan con unos requisitos de ventilación y estanqueidad. Quizás tenga que ver con una no-discriminación hacia los locales pequeños que en principio no tendrían capacidad de elegir. En todo caso, lo lógico sería establecer algún tipo de indemnización, aunque estando como está la cosa lo veo difícil.

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  3. Yo estoy en contra de esta ley, no porque fumar no sea malo (que lo es), sino por su fondo. Pues esta ley es liberticida.

    Criminalizar al fumador por un acto que no es delito en si (en España es legal el tabaco en todos sus aspectos) es tan absurdo como criminalizar a la gente por no ser feliz.

    Cuando hace unos años se impuso la otra ley antitabaco, muchos locales tuvieron que hipotecarse para cumplir con los requisitos de la misma. Ahora toda esa inversión se queda en la nada (eso sí, los pagos, religiosamente al banco).

    Un bar tiene que pagar una serie de impuestos para poder serlo. Y el dueño tiene algo fantástico llamado "derecho de admisión". Del mismo modo que un dueño es libre de decidir quién entra y quién no, también debería ser libre de decidir sobre los hábitos de quienes entran. Y es el cliente quién hará uso de esa libertad, llendo a locales a los que le guste ir y pasando de aquellos a los que no le guste ir. Que "papacito Estado" se meta en esto es pasarse de la raya.


    Dejo aquí una entrada de mis blog donde hablo de este asunto.

    Un Saludo Felino
    Miau
    Pd.- Sobre lo de las 7 falacias contra la ley, también están las 9 falacias justificando el prohibicionismo

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  4. Entiendo, como ya he dicho, que los bares que hicieron su gasto y lo hicieron bien deberían contar con esta posibilidad, o bien optar a alguna clase de indemnización.
    Sin embargo y en cuanto a lo demás, hablar de liberticicdio es pasarse de largo. Hay muchas cosas permitidas pero reguladas. Esta prohibido fumar en sitios cerrados, y eso implica todos los sitios cerrados (excepto tu casa).
    El alcohol está permitido, pero no si luego conduces, porque pones en peligro la vida de otros. A no ser que conduzcas en tu circuito privado, de tu casa, en cuyo caso es tu problema.
    Para mi es sencillo. Como pone en el post, antes se veía normal fumar en clase, en el trabajo, en el cine, en el aula, en el quirófano y en mil sitios. El cine también es un lugar de ocio y nadie nos obliga a ir, sin embargo a nadie se le ocurre protestar por ello.
    Un poco de cultura europea nunca está de más. La mayoría de fumadores que conozco que han viajado estaban encantados con que no estuviera permitido fumar dentro de los locales.

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  5. Totalmente de acuerdo.
    Por fin vamos a poder ir a un bar y no salir con pestazo a humo, mejor dicho, a cenicero.
    Y los que digan que es una dictura, mas dictadura era antes para los no fumadores tener que chupar el humo que salía de los pulmones de los fumadores.
    Además fue una ley votada en el congreso, no impuesta.
    Y SOMOS MAYORÍA LOS NO FUMADORES.

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