domingo, 23 de enero de 2011

La cultura de la oreja


Ahora que ha sido la convención del PP en Sevilla, altas figuras de la retaguardia ideológica y cronológica del partido han tenido ocasión de dar su opinión sobre temas diversos. Me refiero principalmente a Jaime Mayor Oreja, que nos ha dejado a lo largo de su carrera perlas de diverso lustre, como aquello de “el aborto es cosa de bolcheviques”, que ha tenido su continuación en esta ocasión con “el PSOE abraza la cultura de la muerte”… ¡chan chan!

No han faltado por supuesto familyforeros e integrantes de otros colectivos que hayan solicitado que cuando el PP llegue al poder en 2012 (hasta ellos lo dan por hecho) deroguen la conocida como “ley del aborto”.

Afortunadamente para nuestro país , pese a las reticencias de la derecha católica y apostólica, esta ley fue aprobada en febrero de 2010 con el apoyo del sentido común y al margen de las creencias personales. Notable fue la cruzada que mantuvo la Iglesia con los poderes del Estado, amenazando hasta con la excomunión a todos los cargos políticos que votasen "sí" a la aprobación de la ley, negándose de nuevo a aceptar que las creencias y las religiones ya no tienen cabida en la política.

En este país somos muy dados a los extremismos, y francamente, me posiciono en contra de ellos. Ni me creo que toda la gente del PP esté en contra del aborto (que no me creo que no haya abortado ni una mujer de derechas, vaya), ni me creo que todos los socialistas y zurdos en general estén fervientemente a favor. El principal error a la hora de gestionar esta polémica consiste en equiparar “a favor del aborto” con “a favor de la regularización del aborto”.

Comprendo la reticencia moral pero no comprendo la ceguera: con ley o sin ella, el aborto está presente en la sociedad. Lamento informar a estas personas de que los abortos no se han empezado a practicar el año pasado: llevan muchos años existiendo, concretamente desde siempre. Si hablamos de abortos quirúrgicos, bien realizados (no remedios caseros), este margen se reduce a desde 1985.

Antes de esta fecha, la que podía permitírselo viajaba a Londres para no tener un hijo no deseado. La que no podía pagarlo, no.

Esta primera regulación apareció para evitar que las mujeres se envenenaran o desangraran practicándose abortos caseros de vete a saber qué maneras. Apareció una ley que permitía el aborto sólo en tres supuestos: riesgo para la vida o salud física o psíquica de la madre, delito de violación y graves malformaciones del feto.

¿Riesgo psicológico, dices? Aunque haya personas que no crean en estas cosas, lo cierto es que ciertas situaciones pueden conducir a episodios de locura peligrosos e incluso la muerte. Estamos protegiendo ante todo la vida de la madre: aceptamos que la salud psíquica es igual de importante y aceptamos el supuesto de que, si se ve en peligro, el aborto se permite.

La psicología sin duda es un tema complejo. Nadie puede poner en duda el criterio de un profesional. Y esto es lo que ocurría. Por mucho que protesten, amigos del "Hazte oír", la señora que tenía unos ahorros podía permitirse ir a un psicólogo que certificase riesgos psicológicos importantes para la madre. La que no podía pagarlo, no.

Entonces aparece esta nueva Ley, y de repente se levanta el clero dormido, el foro de la familia (no de la mía, por cierto), la derecha más reaccionaria, llamando bolcheviques, rojos y asesinos a aquellos que pretendían regular algo que a todas luces estaba ocurriendo ya. Como si antes no abortaran mujeres, como si la depresión o el aborto fueran privilegios de la nobleza. Como si las leyes obligasen a abortar, como si cada uno no pudiera hacer uso de su moral en vez de su billetera para tomar decisiones.

Y resulta que con la nueva ley, el número de abortos ha descendido, porque no era sólo una “ley del aborto”, también ha permitido un acceso rápido a la píldora del día después y además ha establecido un sistema de plazos.

Pero tampoco están de acuerdo. Ni en la píldora, ni en los métodos anticonceptivos, ni en el preservativo… eh, espera. No, esto ya no. Esto sólo los sectores más conservadores.

El tema del sexo y los anticonceptivos para los ultras del catolicismo lo dejo para otra ocasión.

viernes, 21 de enero de 2011

Teléfono escacharrado

¡Sí! El más absurdo todavía ha llegado a la vida política de nuestro país (complicado pero cierto): en el Senado, esa cámara de la que empieza a dudarse de su verdadera utilidad (mi desconocimiento sobre el tema me impide tener una opinión clara sobre el asunto), ya se puede hablar en castellano, catalán, euskera y gallego.

Me encantan los idiomas. A los que hablan de la España plural y la riqueza lingüística les doy toda la razón: vaya usted a Barcelona y escuchará a la gente hablando en catalán, o piérdase por la montaña gallega y trate de entender a esa buena mujer que anda haciendo bolillos: eso es el gallego. Allí lo hablan entre ellos porque es la manera en la que se entienden.

Porque, vaya: ¡resulta que para eso son! para comunicarse y entenderse, aunque ahora lo quieran vestir de arma reivindicativa, de nacionalismo idiota. Saber dos idiomas y comunicarse con gente que no entiende uno de ellos, en el otro, no sé si se puede considerar más una chulería o una falta de raciocinio. Es desaprovechar a gritos un privilegio que muchos desearíamos haber adquirido de forma natural.

En fin, finalmente y desde mi punto de vista, que un político hable una lengua no la hace más valiosa. Me atrevería a afirmar que casi todo lo contrario, porque para lo que hay que escuchar.

Regalo: mítica escena de Terminator II en Gallego: A Rañala Raparigo

 


jueves, 20 de enero de 2011

Clases de no conversación

Los miércoles voy a clase de conversación en inglés, al centro de idiomas. Me apunté a la modalidad de conversación porque no quería ir a la clase típica de inglés, tal y como se dan en este país; lo que quería era hablarlo, darle uso.

El año pasado aprobé el CAE, por lo que me apunté al nivel más alto (creo que hay 4); como no salió grupo me pusieron en el inmediatamente inferior. Acepté, pensando: "mejor esto que no hablar nada de inglés en todo el año".

En realidad, ni se habla inglés, ni nada. La clase está en silencio sepulcral. La profesora es una erasmus americana, de Pittsburgh, Pennsylvania. No sé qué carrera hace exactamente, pero estudia para ser una English teacher. Anyway, ella prepara sus clases, cada día pone un tema, habla sobre ello, pregunta, pide opiniones, crea debates, nos pide que hablemos entre nosotros, etc; lo normal, me atrevo a decir que es bastante alegre y lo que es, sobre todo, es animosa, porque para sonreír durante tres horas intentando llevar una clase en absoluto silencio ya tiene agallas.

Yo no tuve que hacer examen gracias al CAE, pero el resto sí lo hicieron, de lo que deduzco que lo aprobaron, o aprobaron el curso anterior. El hecho es que, si dividimos el conocimiento de inglés conversacional en 4 niveles, se supone que deberíamos estar todos, más, menos, en el tercer escalón.

Me pregunto a qué aspiran en el centro de idiomas de la universidad -oh, cuna del conocimiento-, cuando un grupo bastante amplio de personas logra sin dificultades alcanzar el penúltimo curso de inglés conversacional sin saber hablar inglés. Es decir, la culpa no es de los alumnos, evidentemente, si no de la burocracia educativa.

En los descansos se comentan cosas más o menos así: "yo me he sacado hasta el último curso sin problemas, y ahora me pasé a conversación porque es lo que peor se me da, y claro ¡no entiendo nada ni sé decir nada!".

Así es: de las 15-18 personas que somos, pongamos que inglés fluído hablan tres, otros tres se expresan bien, algo más despacio, y luego el resto no sabe prácticamente nada. O si saben, no dicen ni una palabra. Es muy frustrante tener que hablar con un compañero que realmente no sabe comunicarse. El penúltimo nivel de algo no puede ser para aprender de 0.

Si mezclamos el desastre educativo de nuestro país (al menos en términos de lengua extranjera) con nuestra característica vergüenza a hablar en otro idioma, a hablar en público, a participar en clase, a ser considerado un "empollón", un "pelota", un "sabelotodo", ...el resultado es desastroso.

Yo, por si acaso... enjoy the silence.


jueves, 13 de enero de 2011

Top-Ten de trabajos...

...que han desaparecido de la historia debido al progreso de la civilización y el avance tecnológico:

1. El pintor rupestre:
  
 Los soportes, tristemente, evolucionaron. Los primeros homo sapiens se quejaron mucho, pero pronto aprendieron a escribir en cuneiforme y encontraron trabajo. Su vida se llenó de plenitud intelectual.


 
2.  El hechicero - mago - druida - gurú:
Con el progreso de la ciencia y las ideologías tuvieron que adaptarse e ir renovando sus triquiñuelas. Donde al principio ponían cataplasmas de cardo borriquero, se inventaron que ahora había que poner mierda de perrillo de las praderas. Consiguieron sobrevivir; ahora los puedes encontrar con un título diferente: homeópata, astrólogo, experto en ciencias del espíritu, obispo, etc.


3. El esclavo:

Gran profesión donde las hubiera, con el avance del pensamiento crítico y del sentido del juicio el hombre fue erradicándola de la sociedad. A continuación lo hicieron los americanos. No obstante, muchos de ellos encontraron trabajos similares y se adaptaron muy bien sin sufrir cambios en su rutina diaria o su sueldo.


4. El herrero o forjador de espadas:

 Este humilde trabajador encontró su desgracia con el crecimiento de la industria armamentística: al igual que pasó con los vinilos, su obra quedó reducida a llenar el almacén de coleccionistas y nostálgicos. Se encuentra desamparado en el mundo actual y su gremio protesta regularmente contra las armas de fuego, que son ensambladas en serie en las fábricas a muy bajo coste perjudicando su trabajo de artesanos entregados a la creación de cultura obras de arte. Aducen que lo de antes “sí que eran guerras” y no lo de ahora, que ni hay valor ni sangre ni nada.



5. El enano bufón:

Este señor era el que se encargaba de hacer reír a monarcas y nobles. Lamentablemente, la historia se ha llevado por delante la parte más inocente de los palacios. Ahora el bufón de moda es alto, delgado y estiloso; lleva traje y camisa negros y habla sobre temas snob intercalando, a lo sumo, algún chiste verde.



6. El hidalgo o caballero andante:

La figura espigada de nuestro Don Quijote siempre nos recordará la virtud y entereza de estos personajes ya históricos. Cuando apareció la poli, sin embargo, no dudó en detener a los que quedaban por insumisión y alteración del orden público. Este defensor de las doncellas fue fagocitado por la versión moderna de sí mismo.


 
7. El guillotinador:

Pese a que en determinados países con baja ratio neuronal sigue existiendo la figura del “verdugo”, nuestro amigo, el protagonista de la Revolución Francesa y de la Inquisición, tuvo que decir adiós a su puesto de trabajo con la aparición de sistemas más civilizados para cargarse indeseables. Ahora la corriente de la silla eléctrica es activada  por un funcionario que lo único que quiere es acabar pronto y tomarse un café; ciertamente el espíritu conciliador y justiciero de la figura del guillotinador con capucha se ha perdido.


8. El monje copista:

 También miniaturista, este pobre hombre, entregado toda su vida en cuerpo, alma, vista y espalda a la tarea de copiar media página de un libro del tamaño de Segovia, pasó de ser un tipo cultísimo al más pringado de la comarca el día que un desalmado inventó la imprenta. Más de uno insistiría en que Gutenberg era el mismísimo Satanás, pero la racionalidad se impuso y gracias a ello, la sociedad avanzó.


9. El tallador de letras de imprenta:

 No se quedó ahí la cosa. Cuando alguno pensaba que ya tenía la vida hecha, una serie de hijos del demonio inventaron consecutivamente la máquina de escribir, el papel calcante y la fotocopiadora. Pese al arte que tenía con la escofina, acabó tirándose por un puente porque no fue capaz de aceptar que la nueva tecnología era más cómoda.

10. El dueño de la Olivetti:

 Desconocedor de la historia, se frotaba las manos sin saber que el progreso siempre gana. Sí, apareció el ordenador de sobremesa, apareció Bill Gates, apareció Apple, aparecieron las impresoras baratas, los cartuchos de tinta reciclable, los PDF, la factura electrónica, el ahorro de papel, los ecologistas, el iBook...




Pues eso.

domingo, 9 de enero de 2011

Prohibir para creer


Uno de los comentarios que más he escuchado en relación a la nueva Ley Antitabaco es que si estamos en una dictadura (o que si antes iban a por los judíos y ahora...). Como si la palabra que mejor representara a una dictadura fuera "prohibición". "Prohibición" no se puede asociar al concepto de dictadura; en todo caso la palabra correcta será "censura". En una dictadura, Uds. no podrían expresar su rechazo a esta ley.

Por suerte, en nuestra sociedad democrática y civilizada tenemos multitud de prohibiciones que nos hacen la vida más cómoda. Está prohibido matar al prójimo, censurar, injuriar, robar, molestar en general, en la calle y en un bar.

Estoy a favor de la Ley Antitabaco porque, aunque en este país y en el mundo en general lo ideal sería no tener que prohibir nada, nuestro sentido común no es suficiente. Creo que la humanidad ha progresado conforme ciertas prohibiciones se iban implantando; a todas ellas siempre hubo opositores e insurrectos.

Hasta que aparecieron ciertas prohibiciones, a nadie le chirriaba el sentido común al fumar en un transporte público, en un cine o en un aula. En otros ámbitos: antes se veía normal pegar a las mujeres o no pagar a los negros por trabajar de sol a sol.

Que cada propietario de bar decida lo que se puede hacer en su establecimiento, si fumar, o no. Bueno, que lo decida también entonces cada compañía de autobuses, cada dueño de un cine, cada rector de una universidad. Que cada uno en su casa haga lo que quiera. ¡Ole!

Que haya espacios reservados para fumadores; es más, algunos locales realizaron una inversión para cumplir con la anterior ley. Aquí, en cambio, estoy muy de acuerdo. He de decir que es el único argumento al que le veo sentido. Como si quieren hacer salas de cine para fumadores, cabinas herméticas en los autobuses o ahumaderos segregados en las aulas.

Que la gente fuera a usar estos dispositivos, hoy en día, es cuestionable. Quizás la vocecilla interior diría "pero qué haces ¿estás loco?". Pero bueno, muy libre cada cual de alquitranarse sus pulmones.

Entrañable insurrecto que pagará una multaza para regocijo de las arcas públicas
y de los que disfrutan como yo viendo estrellado el orgullo de los imbéciles.




Por cierto, me gusta mucho: Siete falacias contra la ley del tabaco, de Ignacio escolar.

domingo, 2 de enero de 2011

25 cosas que ocurren en España pese a estar empezando la segunda década del siglo XXI:

  1. La ministra de Cultura de nuestro país (ha dirigido) fue co-guionista de la gran película Mentiras y Gordas. – ¿Con qué autoridad moral nos reímos del gobernador de California?
  2. Desde el sofá observamos las convulsiones sociales en el resto de países europeos ante los recortes sociales que “recomiendan” los mercados para salir de allí donde nos metieron; aquí como mucho alguno se levanta cuando se trata del derecho a hacer botellón o a descargarse cosas por el morro (la queja universal en relación a la ley Sinde, churro ilegal donde los hubiera, se reduce a "nooo como mcierren seriesyonkis m muero!" y otras perlas con tendencia ortográfica descendente).
  3. Los dos partidos dominantes se pasan de vez en cuando por el parlamento para soltar el último insulto ingenioso que se les ha ocurrido para brindar a “la oposición” en vez de sentarse a plantear soluciones desde diversos puntos de vista para levantar este país (con el electorado que tienen detrás -ver punto anterior- esto no es insólito).
  4. Sólo hay una cosa en la que han estado, están y estarán siempre de acuerdo, y es en que, aunque no es muy democrática, la ley electoral está muy bien como está, a la vista de que el 97% de los diputados (designados mediante dicho sistema) están de acuerdo (adoro al Capitán Obvio).
  5. ¿Reformas constitucionales? Con lo que cuesta ganar unas elecciones, como para ponerse a disolver Cortes y convocar referéndums. Mejor que la Carta Magna siga pura y virgen otros 30 años, cuando ya tengamos vehículos voladores y todo nos dé igual de verdad.
  6. Seguimos anclados al modelo medieval monárquico, seguimos cargando con el estigma de la nobleza y seguimos con una Iglesia católica privilegiada que se escuda en un número inflado de seguidores a los que, en realidad, se la trae muy floja estar bautizados, pero que seguirán haciéndoselo a sus nenes "porque es muy bonito" (ver punto 2 de nuevo).
  7. Si eres un ingenuo soñador de esos que se aventuran a intentar desapuntarse de tamaña secta te encontrarás perdido en el mar de la burocracia, no ya civil, sino divina, y los trámites pueden llevar años porque el papeleo cielo-tierra va en paloma mensajera y a nadie le interesa perder socios cuando hay subvenciones de por medio.
  8. Hay corrupción y agujeros fiscales por doquier, hasta el punto de que, de tener cotizando en territorio nacional todo el dinero que se escapa a paraísos fiscales, las pensiones podrían subirse un 80%. (Estimación de Arcadi Oliveres, a partir del minuto 7).


  9. Sin embargo, nos enfrentamos a una reducción drástica del estado de bienestar por la cual nos quieren hacer comprender que es necesario retrasar la edad de jubilación para mantener este sistema de pensiones (ver punto anterior ¿¿¿???) y que, además, es lógico, ya que la esperanza de vida ha aumentado y la población se está envejeciendo – cosa que no se puede discutir; desde luego luchar contra la corrupción restaría a los partidos muchos ingresos que por lo visto necesitan para ganar elecciones – Reflexión: ¿no les bastaría con el rédito político que les quedaría de aumentar las pensiones y encerrar a unos cuantos chorizos?

  10. Por contra, los señores que ocupan un asiento en el hemiciclo, no todos los días que deberían por cierto, con estar 7 añitos trabajando en política lo tienen hecho.
    Aquí podemos ver a sus Señorías trabajando el 9 de marzo del pasado año.
  11. La mayor parte de la población asume estos y otros atropellos sin oponer mucha resistencia (punto 2) y, en vísperas de las elecciones, está convencida de que la única opción posible es el llamado "voto útil" (bien llamado, en realidad, si miramos el punto 4), porque si no, "ganan los malos". Lo cierto es que siempre ganan los malos, y siempre perdemos todos.
  12. De todos estos puntos, las personas a las que, de nuevo, se refiere el punto 2, no saben nada. Por tu propio bien, no preguntes sobre la vida de Kiko el de Gran Hermano, o de Belén Esteban, valientemente denominada "princesa del pueblo", porque podrían llenarte varias páginas de un libro (con dificultades ortográficas y de puntuación, pero a tope de contenido).
  13. Si eres turista y llegas a España sin tener ni idea de español, estás perdido. Morirás de inanición antes de que alguien pueda indicarte en inglés la localización de la fuente más cercana.
  14. Cuando por fin conozcas a alguien, lo primero y probablemente lo único que aprenderás de castellano serán frases absurdas como "te comía tol’potorro". Esto y la comida de las abuelas es de lo único guay que tenemos en nuestro país.
  15. Si eres pequeño, te quedan por delante al menos 3 o 4 cambios de plan de estudios antes de que llegues a la universidad, y una vez allí al menos te pillará otro más. No serán cambios orientados a mejorar la calidad de tu educación, sino a tumbar los que hicieron los que estaban primero.
  16. Como además es probable, por estadística (punto 2), que tus padres sean gilipollas y tú un pequeño idiota en potencia, serás consciente de que tu popularidad depende del número de asignaturas suspensas; mientras tanto a tus padres les contarás milongas tipo "nos hacen dividir sin calculadora y es muy difícil", a lo cual sin duda te darán la razón e, indignados, protestarán; la culpa será del profesor y el siguiente plan de educación prohibirá las operaciones con lápiz y papel, porque son cosas muy difíciles para niños de 14 años y los padres son los que votan.
  17. Si consigues acabar la educación obligatoria, recordarás vagamente que has llegado a estudiar 15 veces distintas a los Reyes Católicos, pero de Franco y la Transición (¿la qué?) no habrás oído ni hablar.
  18. "Me da igual", pensarás, "haré ciencias". Podrás intentarlo, pero llegarás a alguna ingeniería sabiéndote los reyes godos y unas cuantas jarchas y cantigas de memoria, pero sin tener ni idea de cómo funciona una estructura simple o formular correctamente un compuesto elemental.
  19. Si, por el contrario, haces letras, sólo te servirá para darte cuenta de cuán triste es la ignorancia en el mundo y en concreto en este país, así que piénsate bien si quieres ser un humanista deprimido y en paro antes de empezar.
  20. En la universidad seguramente tengas el placer de conocer a la úlcera de estómago de algún simpático profesor, sangrante cada vez que un alumno pasa su asignatura, y te dejará muy claro que todos sus 500 alumnos son unos inútiles y unos vagos mientras aporta a las arcas de la universidad cuantiosas sumas provenientes de los bolsillos estudiantiles en concepto de cuartas, quintas matrículas y convocatorias de gracia.
  21. También intentarán hacerte creer (releer punto 9) que la subida de las tasas es inevitable porque el sistema no se sostiene y que de esa forma se combatirá el fracaso escolar, porque los alumnos vagos e inútiles se pondrán las pilas cuando tengan que pagar por las matrículas sueldo y medio.
  22. Cuando creas que has ido salvando estos escollos y tengas 5 titulaciones, hayas conseguido salir de la ignorancia a la que tu lugar de nacimiento parecía haberte destinado, e incluso sepas algún idioma con mediana fluidez, tendrás que hacer trabajos dignos de cualquier página de contactos para encontrar un puesto mediocre y asistirás impotente al ascenso de inútiles reales que tuvieron la suerte de dormir en un colchón de billetes y meter en la sobaquera de algún gordo con Mercedes el fajo necesario para tener un escritorio donde colocar los zapatos.

  23. Mercedes, por cierto, que aparcará en doble fila, el cabrón, y que se saltará los pasos de peatones sin muchos escrúpulos por esa ley no escrita que hay para los vehículos de cierta cilindrada, por la cual pueden pasarse por el forro esa clase de cosas.
  24. En el peor de los casos al gordo cabrón le enviarán una multa que, con suerte, le provocará atragantarse con un percebe, pero de la risa, porque su mariscada valdrá el triple de lo que dejará de propina al estado.
  25. Finalmente, si a ti te pillan por lo mismo no creas que vas a pagar de forma proporcional, y si tienes muy mala suerte y has liado alguna lo suficientemente gorda como para ir a la cárcel, en cuyo caso eres un cabrón pero sin suerte, de nuevo asistirás impotente al pasillo que harán para salir al desgraciado hijo de puta forrado a costa del resto de currantes, que habrá desviado todos los fondos públicos que haya podido agarrar a una cuenta en las Islas Caimán para poder pagarse la fianza, el abogado de Satán y los 28 chalets donde vivirá por el resto de sus días, empadronado en algún pueblo minúsculo en calidad de indigente.

Fin - Se admiten ampliaciones de listado.