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viernes, 21 de enero de 2011

Teléfono escacharrado

¡Sí! El más absurdo todavía ha llegado a la vida política de nuestro país (complicado pero cierto): en el Senado, esa cámara de la que empieza a dudarse de su verdadera utilidad (mi desconocimiento sobre el tema me impide tener una opinión clara sobre el asunto), ya se puede hablar en castellano, catalán, euskera y gallego.

Me encantan los idiomas. A los que hablan de la España plural y la riqueza lingüística les doy toda la razón: vaya usted a Barcelona y escuchará a la gente hablando en catalán, o piérdase por la montaña gallega y trate de entender a esa buena mujer que anda haciendo bolillos: eso es el gallego. Allí lo hablan entre ellos porque es la manera en la que se entienden.

Porque, vaya: ¡resulta que para eso son! para comunicarse y entenderse, aunque ahora lo quieran vestir de arma reivindicativa, de nacionalismo idiota. Saber dos idiomas y comunicarse con gente que no entiende uno de ellos, en el otro, no sé si se puede considerar más una chulería o una falta de raciocinio. Es desaprovechar a gritos un privilegio que muchos desearíamos haber adquirido de forma natural.

En fin, finalmente y desde mi punto de vista, que un político hable una lengua no la hace más valiosa. Me atrevería a afirmar que casi todo lo contrario, porque para lo que hay que escuchar.

Regalo: mítica escena de Terminator II en Gallego: A Rañala Raparigo

 


jueves, 21 de octubre de 2010

Cosas que de verdad importan (o no)


 Periódicos y medios de diverso grado de seriedad se afanan en analizar los cambios en el ejecutivo de Zapatero y su crisis de gobierno. La realidad de a pie de calle y pantalla, sin embargo, no es la que nos muestran los medios de comunicación, cada vez más falseados por el cuidado de la dialéctica y la correción política.

A la gente real le importa un pikolín que tal ministro sólo haya durado un año o que tal otro sea el único que prevalece de la primera alineación. Hoy en día lo verdaderamente importante se encuentra en un plis haciendo un discreto sondeo por los trending topics de twitter, los grupos y páginas de Facebook y los vídeos más vistos de Youtube.

Por ejemplo, cosas realmente interesantes:

Que Leire Pajín llevase una Power Balance y meses después sea investida ministra de Sanidad.
Que León de la Riva discurse sobre la carita y morritos de la susodicha.
Que Valeriano Gómez se pronunciase y manifestase abiertamente en contra de la reforma laboral y ahora la ponga en marcha.
Que Jose María Aznar se convierta en asesor de un organismo que combate el cambio climático.

Etc, etc, etc... Sólo los que se han dado cuenta de esto pueden mostrar una visión ajustada a la realidad. Si quieres enterarte de qué se cuece, que no te engañen con el telediario: ve el Intermedio un rato.

jueves, 29 de julio de 2010

¡olé!


No puedo estar más contenta. Me la sopla que haya sido en Catalunya, como si hubiera ocurrido en Matalascañas; eso es lo que no le entra en la cabeza a los "pro-taurinos", que piensan, o quieren pensar, que todo es un ardid antiespañolista y bla, bla, bla.

Sí, probablemente y para qué negarlo, para muchos partidarios del independentismo catalán sea un poco eso. Pero para todos los demás sigue siendo una victoria, un paso más en sentido opuesto a la deshumanización, a la bestialidad, al ridículo, al complejo de soberbia natural que nos manejamos.

Harta de argumentos como "el taurino ama al toro y lo respeta", "sin la Fiesta el toro de lidia se extinguirá o perderá su pureza" (¿?) o incluso el mejor de "sin el toro de lidia el ecosistema de la dehesa ¡desaparecerá!" (ja), me voy a limitar a manifestar mi felicidad y a enlazar aquí diversos pensamientos mejores que los que yo pueda llegar a poner por escrito:

En primer lugar, desde mi gran descubrimiento del día, el blog Mi mesa cojea, de José A. Pérez, una perla de obligada lectura: adeu a los toros y olé.

No está de más echarle un ojo también al blog La araña peluda, humor 100% antitaurino. La actualización del día de ayer, miércoles 28 de julio, era una mera celebración. Lo que es bueno es leerse esta otra: "Toros, una terapia para un trauma histórico", de cuando aún estaba la cosa en vilo. Muy bonita.

Y bah, no pensaba ni poner más cosas, pero cómo no hacer una mención a nuestro querido Jaimito: "Uno puede decir que es una provocación, una venganza por el éxito de la selección nacional (de fútbol), una manera de vengarse del Tribunal Constitucional. Todas las razones son perfectamente posibles, pero no es irrelevante."

Mecachis, pues menos mal que hemos ganado el mundial, y yo pensando qué era lo que hacía falta para que la gente entrase en razón.

Bonus: este señor pronunció estas palabras antes de participar en un curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez sobre "El inmenso valor de la vida".

Aaaaay, la vida... Esa cosa.

martes, 15 de junio de 2010

¿El Día qué?

Ayer asistimos a un nuevo acto de censura. ¿Censura? ¿Nuevo? ¿Pero qué dice esta loca?

Pues sí, en respuesta a la primera pregunta, creo que se le puede denominar así; he aquí lo ocurrido, para los que no se enteraran (la mayoría; y, bueno, seguirán sin hacerlo, hasta que cuente con algún lector, pero yo a lo mío):

Resulta que el día 19 de junio se celebra "el Día del Español". Una celebración que a muchos importará un pito; la cosa podría quedarse ahí, en un "día mundial de", sin embargo ha dado mucho más juego.

El Instituto Cervantes, esa institución pública para la enseñanza y difusión del español, etc., organiza para tal evento una votación online en la cual los internautas pueden (¿podían?) elegir su palabra preferida de nuestro querido idioma. La palabra más votada sería de alguna manera la protagonista de esta edición del "Día E".

Sólo me queda apuntar, antes de nada, un pequeño detalle; y es que nuestro JuanCar, también conocido en otros círculos como Rey de este país, es el presidente de honor de dicha institución. Me imagino que por esta razón, a los directivos de la misma no les estaba haciendo mucha gracia que la palabra "República" fuera ascendiendo como la espuma en votos hasta llegar al primer puesto:


Aunque en la página web del concurso alegasen rápidamente problemas técnicos, (bueno, a priori alegaron "sabotaje", mucho más divertido), y desabilitaran la posibilidad de ver los resultados y continuar votando, lo cierto es que alguien más rápido consiguió esta captura de pantalla a tiempo.

Sin duda es cuestionable que a través de las redes sociales, este gran motor al que nada ni nadie es capaz de parar, se alentara a las votaciones con la intención más que evidente de desatar la polémica en un concurso con una finalidad que podría ser hasta bonita, la de encontrar la palabra más representativa de nuestro idioma. En lugar de eso, el significado estaba trascendiendo. Interpretación, por otra parte, para la que no había impedimento, pues ¿cuál es el criterio para decidir la palabra preferida de cada uno?

En cualquier caso todos sabemos que el pueblo es amante de los espectáculos circenses, y también que la fuerza de las redes hoy día es espectacular. Y sí, para qué negarlo. Sería cuanto menos divertido escuchar pronunciarse a cualquier miembro de la familia real española sobre el susodicho término.

En definitiva, lo que es bastante triste, proviniendo de un organismo público, en un país democrático y con libertad de expresión, es que se recurra a la rabieta final de la censura para eliminar (casi) todo rastro de una situación incómoda.

De todas maneras... recordemos la portada de El Jueves, las fotos incómodas de Berlusconi, o el video de Carla Bruni y las domingas

A mí me gusta que ciertos tiros salgan así, por la culata.

domingo, 13 de junio de 2010

¿Presidente o presidenta?

Algo más a propósito de la incorrección general. Me han pasado este texto (no he logrado rastrear a quién pertenecía originalmente, y he visto multitud de blogueros y columnistas que se la adjudican sin señalar la fuente... en fin muy lamentable) y creo que merece difusión. Es viejo ya, pero bueno.

Yo no pongo el autor porque lo desconozco, pero no será por no haberlo buscado.

Cabe añadir, a mi pesar, que se admite (la RAE lo admite) el uso de "presidenta" así como, se me ocurre, también el de "regenta". Es curioso, por otra parte, a lo que llegas si buscas "parienta", puesto que en realidad, el único uso admitido en femenino es en el ámbito coloquial.

(Lo veo claro: tengo que buscar información veraz sobre la polémica "médico-médica", "ingeniero-ingeniera" y cómo no, "arquitecto-arquitecta")


¿PRESIDENTE o PRESIDENTA?

En español existen los participios activos como derivados de los tiempos
verbales.

El participio activo del verbo atacar, es atacante; el de salir, es
saliente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente.

¿Cuál es el participio activo del verbo ser?

El participio activo del verbo ser, es "el ente". ¿Qué es el ente?.

Quiere decir que tiene entidad.
Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de
ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final "-nte".

Por lo tanto, a la persona que preside se le dice presidente, no presidenta,
independientemente del sexo que esa persona tenga.

Se dice capilla ardiente, no ardienta; se dice estudiante, no estudianta;
se dice paciente, no pacienta; se dice dirigente y no dirigenta.

Nuestros políticos -y muchos periodistas- no sólo hacen un mal uso del
lenguaje por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la
lengua española.

Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos con la esperanza de que el
mismo llegue finalmente a todos esos ignorantes.

El que mandó esto frustró a un grupo de hombres que se había juntado en
defensa del género. Ya habían firmado:
el dentisto,
el poeto,
el sindicalisto,
el pediatro,
el pianisto,
el turisto,
el taxisto,
el artisto,
el periodisto,
el violinisto,
el telefonisto,
el gasisto,
el trompestisto,
el techisto,
el maquinisto,
el electricisto,
el oculisto,
el policío del esquino
y, sobre todos, ¡el machisto!

miércoles, 9 de junio de 2010

La (in)corrección política

Me niego a aceptar el rito repetitivo de "los niños y las niñas", "los españoles y las españolas", "los diputados y las diputadas" que al final derivan hacia perlas del castellano como aquella de "los miembros y las miembras".

Todo mentira, todo incorrecto.

También me niego a aceptar el "rígido manual de estilo" que pretende el Parlamento europeo.

¿Pero estamos tontos, o qué? Como dice una buena amiga mía, y como en todas las cosas por cierto, lo único necesario es un poco de sentido común. Dar la razón a alegatos feministas absurdos como este es deslegitimizar otras luchas por la igualdad que tienen un sentido real.

Todo esto, en realidad, viene a cuento de la corrección política, y de ninguna otra cosa más. De un gobierno, o un partido, o qué se yo, que quiere ser el paradigma de la igualdad, de todos somos iguales; y hay un ministerio de igualdad, y verdaderamente da igual. Porque la igualdad es una asignatura transversal a todo lo demás, que en una sociedad como la nuestra y en un siglo como el nuestro, se debe dar por hecho, se debe asumir como principio de la misma manera que asumimos la democracia o la higiene personal y no hay un ministerio para preservarla (y mejor nos vendría por cierto).

Resulta que por un puñado de votos hay que doblegarse a los mandatos de la imbecilidad, hablar y escribir para los imbéciles y las imbécilas, y mientras tanto, estas últimas seguimos cobrando menos y seguimos siendo más maltratadas y seguimos sufriendo prejuicios por tener este par por delante.

Por si es necesario aportar un poco de razón, copio literalmente un fragmento de Wikipedia: "El género masculino es la forma no marcada o inclusiva: si digo "los alumnos de esta clase" me refiero a alumnos de sexo masculino y femenino; el género gramatical femenino es la forma marcada y por tanto resulta la exclusiva o excluyente: si digo "las alumnas de esta clase" no me refiero también a los de sexo masculino, sino solamente a los de sexo femenino."

Personalmente opino que si alguna pseudo-feminista se ofende por una bobada como esta (si yo me dirijo, por ejemplo, a mis conocidos) porque piensa que la excluyo deliberadamente, el enfado es deliberadamente suyo y definitivamente su problema; un problema de entendimiento de cómo funciona el lenguaje. Sí­, esa cosa que utilizamos para comunicarnos. También le remitirí­a a estudiarse el principio de economí­a del lenguaje, esa otra cosa, muy útil por cierto para no dormirse escuchando un discurso político (si es que es posible).

Una buena dosis de educación, y una carreta de sentido común es lo que hace falta en este país de correcciones políticas y demás chorradas.