sábado, 30 de abril de 2011

Milagros y dictadores tiene la Iglesia

En medio de la crisis espiritual y la ola de pensamiento crítico que les zarandea in crescendo desde hace décadas, el Vaticano se ve en la necesidad de desplegar maniobras publicitarias de alto alcance, que lleguen allí donde la educación no ha hecho suficiente mella.

En un tiempo récord se disponen a beatificar al papa Juan Pablo II, predecesor del actual, y siguen a la busca y captura de algún otro hecho de dudosa legitimidad milagrosa* para hacerlo santo, porque beato es como quedarse a medias.


Total, que el community manager de la SS (Santa Sede, para los malpensados) organiza un tremendo jolgorio católico, not my style, para que vaya mucha gente y salga en todos los periódicos y en las televisiones, consiguiendo por desgracia que un amplio despliegue periodístico nos impida tener la comida en paz sin tener que escuchar a grupos de jóvenes e ingenuos cristianos tocando la guitarra en la Plaza de San Pedro.

En fin, la noticia a la que quiere llegar esta entrada es la de que el Vaticano por supuesto ha invitado a diversas personalidades de todos los países para que asistan a la ceremonia, entre las que no podían faltar ciertos representantes de naciones aconfesionales o dictadores africanos:


Por si alguien se ha sorprendido, ellos aclaran que: "Zimbabue es un Estado con el que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas". Porque ya ves tú, por qué andar denunciando la violación reiterada de los derechos humanos pudiendo mantener relaciones diplomáticas con ellos.

Oigan perdonen, pero yo es que leí algo de un tal Jesús que... ah, que no; vale vale.



* La fuente original es de The Guardian, aquí se puede leer la misma noticia en español. Por supuesto de esto el vaticano ha dicho... "sin comentarios".

2 comentarios:

  1. Hola, bueno tu comentario del caso Tous en el diario El Pais.
    Por ello visité tu blog, pero no me gustó tu forma y condiciones para hacer comentarios,resumen cierta prepotencia que suena muy fea y pretenciosa. Un saludo, aunque será mi única y ultima visita.

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