martes, 29 de marzo de 2011

Tú bautiza, que algo queda.


He aquí una historia llamativa: la Iglesia no estará obligada a borrar a los apóstatas de los libros de bautismo.

A raíz de una denuncia ciudadana, la agencia de protección de datos solicitó en 2006 al Arzobispado de Valencia la eliminación de los datos, o la anotación de las bajas en los libros de bautismos, de las personas que manifestaran su deseo de dejar de pertenecer a la Iglesia Católica.

Ante una situación aparentemente lógica y sencilla, el Arzobispado, haciendo gala de la coherencia que les caracteriza, se negó a ello, e interpuso un recurso que fue admitido por el Supremo y en el que, finalmente, les han dado la razón: por lo visto, un "libro de bautismos" no puede ser considerado un "fichero", por tanto, la ley no aplica.

Dejando de lado el funcionamiento de la justicia, que no me incumbe y en el cual confío (por la cuenta que nos trae) lo que me sorprende es el punto de partida: la Iglesia interponiendo un recurso para evitar tener que borrar de sus listas a personas que han dejado claro que desprecian, ignoran o simplemente no comparten sus creencias.

Lo que realmente están manifestando en voz alta es que no les importa tener entre sus filas a hordas de apóstatas, herejes o como quieran llamarlos; lo que importa es el número, tenerlos, al fin y al cabo. ¿Con qué legitimidad, si es que aún les queda algo de eso, pueden luego defender sus ideas cretácicas alegando que representan a un porcentaje de población falso?

Estoy segura de que esta es la moral que dios quería para sus representantes en el planeta tierra. Espero que haya hecho el experimento en alguna otra galaxia, porque aquí le han salido rana.

domingo, 20 de marzo de 2011

Cambios en Libia (que no en España)

Voy a decirlo ya, antes de explotar. Estar a favor de una intervención en Libia:
- no es ser pro-ZP
- no es simpatizar con el PSOE
- no es apoyar la venta de armas
- no es creer que no hay hipocresía en escandalizarse por lo que luego hace un loco con ellas
- no es ignorar los intereses en la zona petrolífera, inexistentes en otros países
- no es decir #SIalaguerra
No apoyo la venta de armas. Pero tampoco apoyo la masacre que Gadafi esta infligiendo a su pueblo a manos de mercenarios contratados a sueldo; pobres muertos de hambre, disparando por cuatro duros a otros muertos de hambre hartos de ver como su líder se viste con sábanas de estrambótico lujo y es felicitado por la mejora económica de su país mientras el precio de los productos básicos no hace más que subir.

No apoyo que un día Occidente haga vergonzosas genuflexiones ante el líder libio, haciendo la vista gorda ante sus desmanes, y al día siguiente manifieste rápidamente la necesidad de su retirada del poder. Pero ¿acaso apoyaría una posición a su favor?

Lo cierto es que ahora bien podríamos decir ¡A buenas horas! Pero entonces ¿no se puede nunca cambiar el rumbo? ¿Hipocresía? Sí: ya es más que evidente. Escépticos ante la posibilidad de una rectificación pública, cuál es la alternativa ¿observar la masacre sin rechistar?

No deseo una guerra que desgraciadamente comenzó hace semanas. Deseo que los sueños de libertad y progreso de Libia, Túnez, Egipto y todos los demás se conviertan pronto en realidades, y que dejen de pagar cuanto antes por los desvaríos de un líder desfasado.

Finalmente, cambiando de tercio y por encima de todo, estoy cansada del tertulianismo de este país. Ante una crisis como la que estamos viviendo a un puñado de kilómetros, aquí el trasto para tirarse es que si antes por qué NO y ahora por qué SÍ, como si todo en la vida tuviese color político.

Existe un tipo de personas, escasas pero valiosas, que ostentan la virtud de la coherencia: disfrutan del pensamiento libre e independiente, y son capaces de hacerse una opinión sopesando el contexto y las circunstancias, así como de modificarla si cambian o aparecen nuevas variables.

Ubique su actitud. La mía la tengo clara.

martes, 15 de febrero de 2011

Botellón IRPF

 

Historia cualquiera para adolescentes:
Esta noche te vas de botellón con 9 amigos más. Decidís hacer un bote y poner 10€ cada uno. En total, tenéis 100€ para comprar ron Almirante y coca-cola, además de unos hielos y chetos que amenicen a vuestro maltrecho aparato digestivo.
Todo va bien hasta que cuatro de tus colegas alegan que para ellos en un botellón es imprescindible pedir una pizza. A los demás no os mola la idea, porque es caro y además uno de ellos es intolerante a la lactosa y otro alérgico al gluten, así que planteáis opciones:
El intolerante a la lactosa propone que todos los que quieran pizza vayan a comprarla por su cuenta y luego ya os juntaréis para el botellón.
El alérgico al gluten, que es más conciliador, propone que los que quieran pizza pongan 3€ más al bote, ya que las pizzas costarán unos 12€, y comprarlo todo de una vez.
El gordito amante de la pizza, que no anda muy bien de pelas, replica que él , de sus 10€, quiere que 3 se dediquen a pizza, ya que es su dinero y él puede decidir cómo gastarlo. Sus tres secuaces están de acuerdo con él.
Como las matemáticas no os molan mucho, y por no discutir con él, que es un poco pesado cuando se pone, decidís darle la razón y al final de los 100€ que había os gastáis 12 en pedir una pizza y el resto en bebida y chetos.
La pizza se la comen entre cuatro.
La bebida y los chetos entre todos.
La verdad es que los que no habéis cenado pizza habéis puesto 8,8€ para lo vuestro y le habéis regalado 1,2 a los otros, y al final no os agarráis la que esperabais porque entre chetos, hielo y coca-cola no os ha dado para todo el Almirante que queríais.



PS: Léeme
para torpes:
  • Botellón: Estado español (me gusta especialmente esta analogía)
  • Bote: Impuestos de todos los españoles
  • Ron Almirante , coca-cola, hielos y chetos: sanidad, educación, carreteras y pensiones
  • Pizza: sectas religiosas
  • Intolerante a la lactosa: partidario de eliminar cualquier casilla de la declaración de la renta
  • Alérgico al gluten: conformista con la casilla pero partidario de que marcarla suponga un incremento de la cantidad a aportar
  • Gordito pesado: Declarante que marca la casilla para alguna secta
  • Melopea inconclusa: Estado de bienestar precario

PSII: Iba a escribir una entrada sobre la censura y el efecto Streisand, todo muy de moda, pero hoy ha salido esta noticia, y como todos los años, es un tema con el que se me llevan los demonios.

PSIII: La hipérbole es una licencia literaria, si no preguntadle a Góngora o uno de esos.



Edit:

PSIV: El llamado “complemento presupuestario” (dinero que el Estado daba a esta asociación cuando mediante el 0,7% IRPF de sus contribuyentes no llegaba a un mínimo pactado, para alcanzar dicha cifra) fue eliminado en 2007, gracias a ¿dios?; ahora, con la declaración de la renta, la Iglesia sólo recibe lo que resulta de la asignación voluntaria de algunos contribuyentes y de la involuntaria de todos los demás. (http://www.revistaecclesia.com/content/view/23738/48/).

sábado, 5 de febrero de 2011

La gente es gilipollas

Algún lector quizás tuvo el gusto (o disgusto) de conocer la página de Facebook "La gente es gilipollas". Muchos otros seguramente no. Quien la conociese, sabrá que ha sido censurada cerrada por los administradores de Facebook, o algo así.

personaje icono de "La gente es gilipollas"

"La gente es gilipollas", de la que podéis ver en el link anterior una versión en caché de cómo era el día 30 de enero (que Google guarda no sé por cuanto tiempo) ha sido censurada cerrada por ser "una página que incita al odio, es amenazante u obscena". Pueden juzgar ustedes, aunque no demasiado bien porque la versión en caché es como una "foto" de la página y no se puede leer todo.

En un par de pinceladas, "La gente es gilipollas" era una página apolítica cuyo objetivo era la crítica al orgullo del ignorante, al fanatismo, la intransigencia y la hipocresía. En ella se compartían frases célebres de personas inteligentes, gazapos de otras personas intelectualmente distantes de las primeras, y noticias o enlaces como estos:

- China usa imágenes de "Top Gun" en un reportaje sobre su ejército
- El arzobispo de Bruselas asegura que el sida es justo "porque se maltrata el amor"
- Un muchacho alardea de lo bien que sabe saltarse la barrera del metro sin pagar: Listillo versus Karma
- El periódico oficialista de Egipto tunea con Photoshop una foto de Mubarak y Obama para que parezca que el presidente egipcio corta el bacalao.

En fin, y así hasta 100 o 200 enlaces más que pretendían poco más que ir dibujando un retrato del absurdo social en que vivimos.

Por lo visto, algún gilipollas se sintió aludido y denunció la página, por lo que ha sido cerrada.

Esto es todo por hoy. Si utilizáis facebook y estáis interesados en que vuelva a resucitar, podéis poneros en contacto conmigo y os cuento el plan de rescate (que es patético y diminuto, pero bueno). También se agradece la dispersión de la noticia, de cualquier manera.

Saludos, lectores

domingo, 23 de enero de 2011

La cultura de la oreja


Ahora que ha sido la convención del PP en Sevilla, altas figuras de la retaguardia ideológica y cronológica del partido han tenido ocasión de dar su opinión sobre temas diversos. Me refiero principalmente a Jaime Mayor Oreja, que nos ha dejado a lo largo de su carrera perlas de diverso lustre, como aquello de “el aborto es cosa de bolcheviques”, que ha tenido su continuación en esta ocasión con “el PSOE abraza la cultura de la muerte”… ¡chan chan!

No han faltado por supuesto familyforeros e integrantes de otros colectivos que hayan solicitado que cuando el PP llegue al poder en 2012 (hasta ellos lo dan por hecho) deroguen la conocida como “ley del aborto”.

Afortunadamente para nuestro país , pese a las reticencias de la derecha católica y apostólica, esta ley fue aprobada en febrero de 2010 con el apoyo del sentido común y al margen de las creencias personales. Notable fue la cruzada que mantuvo la Iglesia con los poderes del Estado, amenazando hasta con la excomunión a todos los cargos políticos que votasen "sí" a la aprobación de la ley, negándose de nuevo a aceptar que las creencias y las religiones ya no tienen cabida en la política.

En este país somos muy dados a los extremismos, y francamente, me posiciono en contra de ellos. Ni me creo que toda la gente del PP esté en contra del aborto (que no me creo que no haya abortado ni una mujer de derechas, vaya), ni me creo que todos los socialistas y zurdos en general estén fervientemente a favor. El principal error a la hora de gestionar esta polémica consiste en equiparar “a favor del aborto” con “a favor de la regularización del aborto”.

Comprendo la reticencia moral pero no comprendo la ceguera: con ley o sin ella, el aborto está presente en la sociedad. Lamento informar a estas personas de que los abortos no se han empezado a practicar el año pasado: llevan muchos años existiendo, concretamente desde siempre. Si hablamos de abortos quirúrgicos, bien realizados (no remedios caseros), este margen se reduce a desde 1985.

Antes de esta fecha, la que podía permitírselo viajaba a Londres para no tener un hijo no deseado. La que no podía pagarlo, no.

Esta primera regulación apareció para evitar que las mujeres se envenenaran o desangraran practicándose abortos caseros de vete a saber qué maneras. Apareció una ley que permitía el aborto sólo en tres supuestos: riesgo para la vida o salud física o psíquica de la madre, delito de violación y graves malformaciones del feto.

¿Riesgo psicológico, dices? Aunque haya personas que no crean en estas cosas, lo cierto es que ciertas situaciones pueden conducir a episodios de locura peligrosos e incluso la muerte. Estamos protegiendo ante todo la vida de la madre: aceptamos que la salud psíquica es igual de importante y aceptamos el supuesto de que, si se ve en peligro, el aborto se permite.

La psicología sin duda es un tema complejo. Nadie puede poner en duda el criterio de un profesional. Y esto es lo que ocurría. Por mucho que protesten, amigos del "Hazte oír", la señora que tenía unos ahorros podía permitirse ir a un psicólogo que certificase riesgos psicológicos importantes para la madre. La que no podía pagarlo, no.

Entonces aparece esta nueva Ley, y de repente se levanta el clero dormido, el foro de la familia (no de la mía, por cierto), la derecha más reaccionaria, llamando bolcheviques, rojos y asesinos a aquellos que pretendían regular algo que a todas luces estaba ocurriendo ya. Como si antes no abortaran mujeres, como si la depresión o el aborto fueran privilegios de la nobleza. Como si las leyes obligasen a abortar, como si cada uno no pudiera hacer uso de su moral en vez de su billetera para tomar decisiones.

Y resulta que con la nueva ley, el número de abortos ha descendido, porque no era sólo una “ley del aborto”, también ha permitido un acceso rápido a la píldora del día después y además ha establecido un sistema de plazos.

Pero tampoco están de acuerdo. Ni en la píldora, ni en los métodos anticonceptivos, ni en el preservativo… eh, espera. No, esto ya no. Esto sólo los sectores más conservadores.

El tema del sexo y los anticonceptivos para los ultras del catolicismo lo dejo para otra ocasión.

viernes, 21 de enero de 2011

Teléfono escacharrado

¡Sí! El más absurdo todavía ha llegado a la vida política de nuestro país (complicado pero cierto): en el Senado, esa cámara de la que empieza a dudarse de su verdadera utilidad (mi desconocimiento sobre el tema me impide tener una opinión clara sobre el asunto), ya se puede hablar en castellano, catalán, euskera y gallego.

Me encantan los idiomas. A los que hablan de la España plural y la riqueza lingüística les doy toda la razón: vaya usted a Barcelona y escuchará a la gente hablando en catalán, o piérdase por la montaña gallega y trate de entender a esa buena mujer que anda haciendo bolillos: eso es el gallego. Allí lo hablan entre ellos porque es la manera en la que se entienden.

Porque, vaya: ¡resulta que para eso son! para comunicarse y entenderse, aunque ahora lo quieran vestir de arma reivindicativa, de nacionalismo idiota. Saber dos idiomas y comunicarse con gente que no entiende uno de ellos, en el otro, no sé si se puede considerar más una chulería o una falta de raciocinio. Es desaprovechar a gritos un privilegio que muchos desearíamos haber adquirido de forma natural.

En fin, finalmente y desde mi punto de vista, que un político hable una lengua no la hace más valiosa. Me atrevería a afirmar que casi todo lo contrario, porque para lo que hay que escuchar.

Regalo: mítica escena de Terminator II en Gallego: A Rañala Raparigo